Quizás alguno de nosotros ya ha pasado por más de un ciclo de fiestas bíblicas, nos hemos preparado para ellas, a veces con mucha alegría y expectativa, otras con un poco de nostalgia, pero quizás también hemos celebrado esas fiestas sin recibir la luz que Hashem tiene destinada para cada una de ellas.
¡En este mes de Nisan han ocurrido eventos muy importantes y por esto, sabemos que es un tiempo que no podemos dejar pasar sin tratar de extraer lo mejor! Han ocurrido eventos como el pacto que Hashem hizo con Abraham de que tendría descendencia y ellos poseerían la tierra de Israel. Su hijo Isaac nació en este mes, el pueblo finalmente entró a eretz Israel, Ester y el pueblo inician el ayuno en Pesaj, 3 días después se presenta ante el rey y Aman es ahorcado el 17 de Nisan; finalmente y sin mencionar muchos otros, nuestro Mesías Yeshua ingresa a Jerusalén el 10 de este poderoso mes.
Debido a que en Nisan celebramos la fiesta de Pesaj, tenemos un tiempo propicio para entender que es un tiempo de redención y de libertad; no solo el día del Seder sino el mes completo. Para ser libres, hay que ser conscientes de que somos esclavos y pensar que somos esclavos es una idea que difícilmente la podemos aceptar, ya que no vivimos en una sociedad donde vemos amos y esclavos en la forma que entendemos la esclavitud ¡Pero tengo una noticia y es que usted y yo somos esclavos!
Somos esclavos del tiempo porque sentimos que hacemos muchas cosas y no terminamos lo que deberíamos terminar. Somos esclavos del cuerpo porque nos enfermamos y nos preocupamos más por obtener sanidad física que sanidad del alma. Somos esclavos de la tecnología porque no podemos vivir sin el celular. Somos esclavos de nuestras emociones cuando estas nos dominan y dejamos de confiar en nuestro Padre Todopoderoso, y somos esclavos de nosotros mismos cuando está por encima el deseo de recibir, que el deseo de amar a nuestro prójimo.
Así que este es un tiempo de ser libres, de caminar algunos pasos y lanzarnos al mar, teniendo la conciencia de que, si queremos salir de Egipto, debemos ser honestos e identificar que nos está esclavizando y cambiar. Mi invitación es que no solo preparemos una comida festiva para Pesaj, sino que celebremos ese día con todo entendimiento y con toda la certeza de que al otro lado del mar estará esperando nuestro Mesías Yeshua y podremos descansar en Él.
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. Gálatas 5:1.
¡Jag Pesaj Sameaj!
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