Quiero comenzar este articulo con una historia: “Cuando el Rabino Leibele Eiger tomo la decisión de volverse jasídico (una rama del judaísmo) y no continuar con la tradición religiosa de su familia, fue una tragedia para sus padres quienes inclusive hicieron luto por el como si hubiese fallecido. Años después cuando regreso ya convertido en un Jasidico, su padre muy disgustado le pregunto; ¿todo el daño que causaste a la familia valió la pena?, ¿aprendiste algo? El Rab Leibele respondió muy respetuosamente: 3 cosas he aprendido, la primera es que hay hombres y hay ángeles, la segunda que si el hombre desea puede ser mayor a los ángeles y la tercera, en el principio Di-s creó los cielos y la tierra que significa que Di-s crea comienzos pero el hombre crea finales.
Siempre que iniciamos un proyecto, lo hacemos con iniciativa, con mucha fortaleza, seguridad y decisión pero se necesita ayuda de lo alto para comenzar. No es fácil iniciar nada en la vida y menos cuando el miedo y la duda se apodera de nosotros, es por esto que solo Hashem es quien nos da ese empuje, esa ayuda para iniciar cualquier cosa, un trabajo, un viaje, un proyecto y el final de esa circunstancia dependerá de cada uno de nosotros.
Estamos iniciando el mes de Elul y en el calendario bíblico, Elul es el final del año y dependerá de nosotros como termina este año y es por esto que en el mes de Elul, Hashem nos da la oportunidad de finalizar en victoria para que el próximo año 5785 no sea un año más donde tengamos la iniciativa de prometer y desear cumplir mandamientos o crecer espiritualmente sino que sea un año donde realmente lo que iniciemos, lo podamos finalizar. Podemos comparar esto con las “impresiones iniciales que damos” cuando alguien nos conoce o cuando iniciamos un trabajo, quizás demos una buena impresión a los demás de quienes somos pero lo que realmente valdrá la pena es cuando nos vayamos.
Elul es un tiempo propicio para mirarnos internamente con humildad y reconocer que muchas de las cosas que nos propusimos, no las cumplimos; también es un tiempo para reconocer que fallamos, que muchas cosas la podemos hacer mejor, que debemos dedicar mas tiempo al estudio de la Torá y a crecer espiritualmente para que el próximo año 5785 no sea simplemente un año mas que llega sino “el año” 5785 que El Padre Todopoderoso nos propicia para ser mejores.
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