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DE TAL PALO TAL ASTILLA

Actualizado: 22 jun


Manos de padre e hijo

En esta semana la parashá que estudiamos es:“Kedoshim” la encontramos en el libro de Levítico 19:1 hasta el capítulo 20:27. Aquí se nos habla acerca de: Pureza, respeto a los pardes, idolatría, sacrificios, productos del campo destinados a los necesitados, diversas normas espirituales y de convivencia, sanciones y así mismo penas por transgredir cada una de las prohibiciones citadas.

 

La reflexión en esta ocasión me gustaría enfocarla en los primeros versículos en los cuales podemos leer el pedido de un padre hacia sus amados hijos, está escrito: Hashem le habló a Moshé, diciendo: Transmítele a toda la comunidad israelita (lo siguiente). Diles: “Sean santos, pues Yo, Hashem, Elohim de Uds.,soy Santo.” (Lev 19:1-2), en la Tora Emet, encontramos un hermoso comentario para este par de versículos el cual quiero compartir con ustedes.

 

Aquí nuestros sabios nos enseñan que la primera petición que nuestro padre celestial nos está haciendo es que nos mantengamos alejados de toda inmoralidad sexual, ya que nuestro cuerpo es el tabernáculo donde Él quiere habitar mediante su Ruaj, y si el cuerpo esta impuro o contaminado, pues su Espíritu huira y no morara en él.  Hagamos un pequeño paréntesis aquí, cuando el pueblo salió de Egipto, El Eterno los libero con gran despliegue de fuerza y de poder, pero su presencia no descendió hasta que no fue levantado el tabernáculo, cuyo propósito era que El pudiera habitar entre ellos.


Hoy no hay tabernáculo ni templo, sin embargo, su deseo continúa siendo querer habitar contigo y conmigo, así que es nuestro deber ser y mantener ese tabernáculo puro para que su presencia descienda y este siempre con nosotros.

 

La segunda petición que nuestro amado padre nos está haciendo, es obedezcan mis mandamientos y mis preceptos, ya que estos en su misma esencia son santos y sagrados, por lo tanto, a todos aquellos que los cumplamos con la actitud correcta, nos será otorgada he impregnada esta santidad. Bueno, retomemos esta segunda petición, NO solo se trata de obedecer cada una de las normas y preceptos que nos han sido indicadas en la Tora, sino que para que nos sea otorgada he impregnada esta hermosa esencia que emana de santidad en estos preceptos tenemos un condicional que dependerá de la intención con la que los cumplamos y nos acerquemos al creador.

 

Entonces, podemos concluir que las dos peticiones que nuestro Elohim nos está haciendo al decirnos sean Santos porque Yo soy Santo, son: cuiden su cuerpo y obedezcan mis instrucciones con y por amor, porque en ellas radica mi santidad. En esta reflexión, debemos hacernos algunas preguntas, ¿estamos haciendo lo que nuestro amado rey nos está pidiendo?, ¿Sí?, bien, ahora pensemos, ¿con que intención?, tal vez ¿Por qué queremos que nos vean “buenos” ?, ¿es, por amor a Él?, o tan solo, ¿Tenemos puesta nuestra vista en que la meta sea esa bendición que nuestro corazón tanto ha anhelado?

 

El profeta nos dice: “Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?” (Jer 17:9). Que podamos, querido lector ser honestos con nosotros mismos pues solo Él pesa los corazones y tal vez nos alcancemos a autoengañar, pero recuerda Él conoce nuestros pensamientos, dice el salmista: No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Adonai, ya la sabes toda.” (Sal 139:4).


Es un buen y bonito momento para comenzar a replantearnos las intenciones con las que estamos obedeciendo, en el caso en que lo estemos haciendo, y si no hemos empezado a obedecer… te invito y animo a que empecemos sin demora.

 

Recuerda que somos sus hijos y como todo padre Él espera que lo amemos y hagamos lo que nos ha solicitado, por amor a Él y no por interés, para que así tomemos su apariencia y esencia, y seamos reconocidos como sus hijos donde quiera que vayamos, y  entonces al final cuando todo esto termine y estemos delante de Él cara a cara, hagamos esbozar de Él una enorme sonrisa.

 

Pues está escrito:” Hashem le habló a Moshé, diciendo: Transmítele a toda la comunidad israelita (lo siguiente). Diles: “Sean santos, pues Yo, Hashem, Elohim de Uds.,soy Santo.” (Levítico 19:1-2)

 

¡De tal palo tal astilla!


¡Que así sea su voluntad, amén y amén!

 

Shavua Tov

 

 


REFERENCIAS:

1.       Biblia Nueva Versión Internacional

2.       Tora Emet Editorial Keter Tora

 


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